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Quito, enero 2009

jueves, 26 de marzo de 2009

Artículo: Un supuesto y dos propuestas

El siguiente artículo, escrito a mediados de enero de 2009, propone una aplicación extrema del supuesto de racionalidad hacia dos temas: la vida y la soledad.
Incluye una brevísima bibliografía (6 ítems) acerca del supuesto de racionalidad.

Baja el artículo en pdf aqui

Un supuesto y dos propuestas

Por: Diego F. Ramos

(Grupo G.E.I.A., Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador- Quito)

«Nuestro objetivo será siempre maximizar la suma resultante en la dirección del placer, a la que podamos llamar con justicia la dirección positiva»

Willian Stanley Jevons- La Teoría de la Economía Política

Gran parte de la economía, particularmente aquello relacionado con la microeconomía, se basa en el supuesto de racionalidad de los individuos. Esta racionalidad, en la teoría, parte de algunos supuestos más específicos a los que después se van juntando otros (algunos por facilitar el manejo matemático, como puede verse en (Mas-Colell, Whinston y Green, 1995)), pero básicamente, quiere decir que los individuos se enfrentan a disyuntivas y toman decisiones respondiendo a incentivos. Cuando hablamos de individuos racionales, según Rubinstein, nos referimos a individuos que deciden conforme a tres preguntas: ¿qué es ciertamente posible?, ¿qué es deseable?, ¿cuál es la mejor decisión de acuerdo con la noción de deseabilidad sujeta a las restricciones de posibilidad cierta?[1]. (Rubinstein 1998, 7) Con esta idea, la racionalidad va más allá: nos dice que los individuos [racionales] tomamos decisiones en función de un beneficio y un costo, y esto implica también expectativas de beneficio y expectativas de costo (en un futuro incierto).

Esta idea de racionalidad parece aplicarse de forma bastante plausible y casi incontroversial a decisiones financieras o comerciales, pero muchos economistas hoy en día -en virtud de su calidad de científicos sociales y asumiendo que las ideas de beneficio y de costo incluyen a todas las dimensiones humanas- aplican este supuesto a todo comportamiento humano, inclusive a adicciones o comportamientos delictivos (Becker, 1992; o, Harford, 2008).

Sin entrar en mayores detalles acerca de este supuesto, parecen emerger de la idea misma de la racionalidad en los individuos dos propuestas:

La primera, que el verdadero indicador de desarrollo en una nación o región debería ser una marcada preferencia por preservar la existencia allí o, visto de otro modo, una marcada falta de preferencia por dejar de existir allí, lo que a las claras hace referencia con los índices de suicidio. En términos más simples, aquella región con menos suicidios debe ser aquella que pueda jactarse de un mayor desarrollo, si entendemos al desarrollo como el bienestar general (la satisfacción de necesidades en general). El pensamiento es, como lo planteo, que el individuo se encuentra ante una disyuntiva simple: existo o dejo de existir; si encuentra que el costo de existir es demasiado alto (no ve que sus necesidades puedan ser satisfechas), encontrará un mayor beneficio en no-existir.

La segunda, algo un poco menos evidente, pero no por ello menos digna de ser escuchada y debatida, que la irracionalidad viene a ser una debilidad en la especie y, como tal, condenada a la extinción. La inclusión de la palabra irracionalidad exige cierta explicación: irracional es aquel que, aún sabiendo que una acción no le representa beneficio alguno (o, en todo caso, bastante inferior a su costo) ni en el presente ni en el futuro, la actúa, normalmente en beneficio de los demás. Es evidente que si este individuo irracional se encuentra rodeado de individuos racionales, esto le representa una debilidad pues los últimos se darán cuenta de que pueden hacer incurrir al individuo irracional en constantes costos en acciones que les representen beneficios. Hasta allí, creo que mi punto ha sido explicado. Ahora bien, la condenación a la extinción vendría a ser algo parecido a una verdad incómoda. Supongamos que una individuo racional se encuentra ante la disyuntiva entre elegir como pareja a un individuo racional o a otro irracional. Dado que la individuo es racional, escogerá aquel individuo que le represente mayores beneficios y este, evidentemente, es el individuo racional –porque el irracional ni siquiera representa beneficios, sino constantes pérdidas-.

La validez de estas dos propuestas quedará a juicio de investigaciones futuras. En virtud de la escasez del espacio y la brevedad del tiempo, por ahora sólo las dejo planteadas, esperando que alguien –seguramente no seré yo mismo- dé mayor cabida a estas propuestas.

«Si la vida no vale la pena de vivirse, todo llega a ser pretexto para desembarazarse de ella.» Emile Durkheim- El Suicidio

"Ya deberías saber que el amor es una trampa, una trampa que se tiende al hombre para perpetuar la especie; un mecanismo, es un mecanismo, tan necesario como el trabajo que yo hago, pero no es más que eso"

La Muerte - El Lado Oscuro del Corazón (1992)


Referencias breves:

Becker, Gary;

1992 “Economic Way of Looking at Life”; Nobel Lecture November 9, 1992


Harford, Tim

2008 The Logic of Life: The Rational Economics of an Irrational World; Ed. Random House; New York- United States of America


Mas-Colell, Andreu; Whinston, Michael; y, Green, Jerry;

1995 Microeconomic Theory; Oxford University Press; New York (Principalmente los capítulos 1 y 4)



McFadden, Daniel;

1998 “Rationality for Economist?”; Department of Economics - University of California, Berkeley; artículo revisado Julio 1997, Septiembre 1998


Rubinstein
, Ariel;

1998 Modeling Bounded Rationality; The MIT Press; United States of America


Streb, Jorge;

1998 El Significado de Racionalidad en Economía”; Universidad del CEMA, Noviembre 1998




[1] En el original en inglés:

«In economic theory, a rational decision maker is an agent who has to choose an alternative after a process of deliberation in which he answers three questions:

• “What is feasible?”

• “What is desirable?”

• “What is the best alternative according to the notion of desirability, given the feasibility constraints?”»

1 comentario:

  1. En virtud de algunas críticas que he recibido de muy buen agrado de parte de mis colegas, amigos, camaradas y compadres, creo que es necesario que haga ciertas precisiones cuya ausencia en el artículo es un terrible error mío:

    Debo manejas dos conceptos distintos en las dos propuestas, conceptos cuya formulación más acertada me parece que la ha hecho Habermas:
    -En la primera propuesta, me refiero al concepto de 'racionalidad cognitivo-insrtumental', «Este concepto tiene la connotación de una autoafirmación con éxito en el mundo objetivo posibilitada por la capacidad de manipular información y de adaptarse inteligentemente a las condiciones de un entorno contingente» (Habermas 2001, 27)[...]«las acciones racionales tienen fundamentalmente el carácter de intervenciones efectuadas con vistas a la consecución de un propósito y controladas por su eficacia, en un mundo de estados de cosas existentes» (Habermas 2001,29) [...]«Tales reacciones pueden interpretarse como soluciones de problemas sin que el observador necesite poner a la base de la adecuación de la reacción observada una actividad teleológica [...]Pero en estos casos sólo hablamos de una racionalidad en sentido traslaticio» (Habermas 2001,30).
    -En la segunda, no es a esta racionalidad a la que nos referimos, ahora se necesita una racionalidad más social, una racionalidad compartida, a decir de Habermas, una 'racionalidad comunicativa', «las manifestaciones racionales [de este tipo] tienen el carácter de acciones plenas de sentido e inteligibles en su contexto, con las que el actor se refiere a algo en el mundo objetivo. Las condiciones de validez de las expresiones simbólicas remiten a un saber de fondo, compartido intersubjetivamente por la comunidad de comunicación»(Habermas 2001,31); «Pues la susceptabilidad de fundamentación que hemos exigido para que una manifestación o emisión puedan considerarse racionales significa que el sujeto al que éstas se imputan ha de ser capaz de dar razones cuando lo exija el caso» (Habermas 2001,30). A esta racionalidad me atrevería a llamarla "racionalidad relativa", porque no sólo necesita ser racional en el sentido cognitivo-instrumental, sino que requiere, por así decirlo, un acuerdo con quienes le rodean en sociedad (con quienes debería mantener una intersubjetividad común), en caso de no estar de acuerdo, se convierte en un "irracional relativo", si se acepta que lo llame así.

    Entonces, esta distinción es totalmente necesaria en la comprensión de las propuestas pues, sin ellas, la posibilidad de un irracional es simplemente nula en el sentido 'cognitivo-instrumental'(toda acción es una decisión y, por tanto racional; véase a Von Mises 1963), pero bastante plausible en el sentido 'comunicativo'.

    Referencias extra:

    HABERMAS, Jürgen;
    2001 Teoría de la Acción Comunicativa, 1 Racionalidad de la Acción y racionalización social; Ed. Taurus Humanidades; Tercera Edición.

    VON MISES, Ludwig;
    1963 Human Action: A Treatise on Economics; Fox & Wilkes; Cuarta Edición Revisada; San Francisco-California- USA. 1963

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Frases de Economistas

"The most spectacular event of the past half century is one that did not occur. We have enjoyed sixty years without nuclear weapons exploded in anger."
Thomas Schelling, Nobel Prize 2005

“We all talk about the same things, but we have not yet agreed what it is we are talking about”
Lionel Robbins (acerca de la definición de Economía), 1945

"We have indeed at the moment little cause for pride: as a profession we have made a mess of things."
A. Von Hayek, Nobel Prize 1974

“I confess that I prefer true but imperfect knowledge, even if it leaves much indetermined and unpredictable, to a pretence of exact knowledge that is likely to be false.”
A. Von Hayek, 1974

"Page after page of professional economic journals are filled with mathematical formulas leading the reader from sets of more or less plausible but entirely arbitrary assumptions to precisely stated but irrelevant theoretical conclusions…. Year after year economic theorists continue to produce scores of mathematical models and to explore in great detail their formal properties; and the econometricians fit algebraic functions of all possible shapes to essentially the same sets of data without being able to advance, in any perceptible way, a systematic understanding of the structure and the operations of a real economic system."
Wassily Leontief, 1973 Nobel Memorial Prize Winner in Economic Science


“Scarcity is power, and more power than you might have thought”
Tim Harford, 2008

...What does the economist economize? " 'Tis love, 'tis love," said the Duchess, "that makes the world go round." "Somebody said," whispered Alice, "that it's done by everybody minding their own business." "Ah well," replied the Duchess, "it means much the same thing." Not perhaps quite so nearly the same thing as Alice's contemporaries thought. But if we economists mind our own business, and do that business well, we can, I believe, contribute mightily to the economizing, that is, to the full but thrifty utilization of that scarce resource Love—which we know, just as well as anybody else, to be the most precious thing in the world.
Sir Dennis H. Robertson

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